En la intersección de la Avenida México-Japón con el Eje Norte-Sur, específicamente en la glorieta, se observa una carencia significativa en cuanto a la infraestructura destinada a facilitar la circulación de ciclistas y peatones. A pesar de la considerable afluencia de transeúntes por la zona, no existe una entrada formal hacia la sección destinada a ciclistas, ni tampoco se dispone de un espacio adecuado para la circulación peatonal. Los ciudadanos han improvisado algunas líneas de referencia en el suelo por cuenta propia, sin embargo, estas no constituyen un acceso formal a ningún área designada.
Resulta evidente la necesidad de una intervención gubernamental que tome en consideración tanto el flujo habitual de tráfico en la zona como las rutas comunes utilizadas por la población. La Avenida México-Japón no solo representa una vía de conexión entre puntos clave de la ciudad, sino que también sirve como el trayecto diario para muchas personas en su camino hacia el trabajo u otras actividades cotidianas. Ante esta realidad, la ausencia de instalaciones seguras y dignas para atravesar esta calle repleta de automóviles se presenta como un inconveniente que requiere atención inmediata.
En este contexto, la creación de accesos formales para ciclistas y la implementación de espacios peatonales adecuados son medidas esenciales que contribuirían a mejorar la movilidad en la mencionada intersección, optimizando así la convivencia entre los diferentes modos de transporte y promoviendo un entorno más seguro y eficiente para la comunidad.
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