El pasado viernes 19 de abril, el debate de candidatos a la presidencia de Celaya fue reprogramado tras una solicitud presentada por Javier Mendoza el día anterior. En respuesta a esta decisión, una conferencia de prensa fue convocada, en la cual participaron Jorge Acuña, candidato del Partido del Trabajo, y Enrique Velázquez, candidato del Partido Verde, para expresar sus posturas al respecto.
Durante el encuentro, Acuña cuestionó la solicitud de Mendoza, destacando la falta de respeto hacia los candidatos y los ciudadanos celayenses, además de plantear dudas sobre la verdadera intención detrás de la petición. Por su parte, Velázquez señaló la posible implicación de una alianza política más amplia, criticando la cancelación del debate como un acto de cobardía o falta de preparación por parte de Mendoza.
Las declaraciones de los candidatos durante la conferencia reflejaron una discrepancia respecto a la decisión de reprogramar el debate. Acuña destacó la importancia de la participación democrática y la crítica constructiva, mientras que Velázquez sugirió motivaciones políticas detrás de la solicitud de Mendoza. Estas posturas evidenciaron tensiones políticas y preocupaciones sobre la transparencia y la equidad en el proceso electoral de Celaya. Aunque se esperaba un debate entre candidatos, la reprogramación del evento generó un nuevo contexto de análisis y discusión sobre las dinámicas políticas locales y el papel de las instituciones democráticas en su regulación.
Este episodio subraya la importancia de la participación democrática y la rendición de cuentas en el contexto político local, mientras se plantean interrogantes sobre las motivaciones detrás de la decisión de reprogramar el debate.
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