Yasmín Ramos, ciudadana preocupada por la justicia, alza su voz en demanda de respuestas para su hija, quien ha sido víctima de un caso de abuso sexual que ha quedado sin resolver durante dos años y siete meses. Con firmeza, expresa su frustración por la falta de avance en el proceso, señalando la dilación de la fiscalía en tomar acciones concretas.
Destaca que a pesar de la identificación de los dos imputados, estos han sido beneficiados por lo que considera ventajas otorgadas por la misma instancia judicial.
Ramos destaca la incongruencia en el tratamiento del caso, citando el amparo 672-2022 como un ejemplo donde la presunción de inocencia de los imputados no ha sido confirmada por un juez. Su petición a la comunidad y a los medios de comunicación es clara: busca visibilizar lo que considera un grave atropello hacia su hija y hacia el acceso a la justicia. Subraya cómo, a pesar de que el proceso jurídico inicialmente avanzaba adecuadamente, la fiscalía detuvo abruptamente las acciones en junio, coincidiendo con la presentación de un amparo que anuló una orden de aprehensión previamente emitida. Este giro inesperado, según Ramos, vulnera los derechos de su hija a acceder a la justicia de manera efectiva.
Ante la situación, Ramos hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que se retome el caso con seriedad y celeridad, garantizando así la protección y el acceso a la justicia que su hija merece. Su clamor resuena en la comunidad, esperando que la presión pública pueda contribuir a que se haga justicia en este caso de abuso sexual que ha quedado estancado durante demasiado tiempo.
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